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Hoy tengo las alas mustias… Quería ir al parque con mi amigo Bruno pero no acaba de llegar el buen tiempo, bzzzz. Cuando voy al parque con Bruno sus papás le ponen dos bufandas, tres gorros y cuatro guantes, aunque haga calor y claro, Bruno no ve nada. Sus papás siempre están muy pendientes de él y le siempre le dicen que tenga cuidado para que no se haga daño. Está tan tapado que a veces ni entienden lo que dice y lo ponen a descansar por si le pasa algo.
Llega el momento que nos queremos tirar por el tobogán y los padres de Bruno le ponen el casco, las rodilleras y las coderas y colocan un colchón. Pero ¡ay! Bruno se queda muy quieto y empieza a ponerse de todos los colores. ¿Qué te pasa, Bruno? No puede tirarse porque su padre le ha puesto un cinturón de seguridad ¡Bzzz! Qué cosas tiene… así no puede jugar, así que a cambio le pone un flotador gigante por si acaso.Pero Bruno… solo quiere jugar como los demás niños. Sus padres le quitan el flotador y se dan cuenta de lo bien que se lo pasa así, jugando conmigo y con el resto de niños del parque, bzzzz…
¿Creéis que los padres de Bruno le dejarán seguir jugando así? ¿O lo envolverán en plástico de burbujas y no se hará ningún rasguño… pero tampoco se lo pasará tan bien? Bueno, a veces la gente cambia… un poco, bzzzz.
Se lo podéis preguntar a José Carlos Andrés, el creador de esta historia y a José Fragoso que la ha ilustrado de principio a fin (y sabe cómo acaba). El cuento se llama “¡Ten cuidado, Bruno!” y lo han editado en NubeOcho.
Espero poder seguir jugando con Bruno… cuando vuelva el buen tiempo. Nos vemos entre florezz, bzzzzzz.
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