Bombolón presenta: Los besos que sellaron las cartas de Santa Claus




¡Bueníííííísimos días, mis amig@s lectores!

Llevo ya unos días encerradito en casa al calor del fuego, porque fuera ¡brrrr! ¡qué frío! Bzzzzz... Además, como los días son cada vez más cortos, se hace antes de noche y me apetece quedarme en casa leyendo al calor de la chimenea, bzzzz. Y como a mí, sé que les pasa a muchos más niños de todo el planeta. Aprovechan a montar el árbol, buscar las figuritas del Belén, preparar galletas con formas navideñas... ¡bzzzz! En Japón celebran el festival de luces de Kobe; en Moscú montan un árbol impresionante junto a la Catedral de San Basilio; y en Río de Janeiro tienen hasta un árbol flotante. Lo bueno de que se haga antes de noche, es que las luces de Navidad brillan más y se pueden disfrutar más tiempo.

Mis amigos, Nacho y Hugo, viven en Suiza y están ansiosos de que llegue la víspera de Navidad para recibir la visita de Santa Claus. Antes de eso, se afanan en escribir sus cartas pidiendo sus regalos y explicando lo buenos que han sido (o que prometen que serán...) y sellan sus cartas con muuuuchos besos, bzzzzz.

Cuando las cartas llegan a Laponia, donde vive Santa Claus, se revisan una a una las de todos los niños y se preparan sus regalos, bzzzzz. Los duendes trabajan con esmero y Santa Claus ultima los detalles hasta que llega el gran día y... bzzzz... se monta en su trineo.

Pero... ¿bzzz? ¿Qué ha pasado? El trineo no arranca. Los renos no consiguen moverlo. ¡Oh, oh! ¿Qué pasará con los regalos? ¿Conseguirá Santa Claus arrancar el trineo y repartir todos los deseos de los niños? Ay... Espero que sí. Confío en la magia de la Navidad, bzzzzz.

Si os puede la intriga, podéis desvelar el final en el cuento “Los besos que sellaron las cartas de Santa Claus”, escrito por Ana Moreno e ilustrado por Mamen Marcén. Además, los beneficios del cuento irán destinados a Kibera Pride ONGD.

Yo me voy a preparar mi carta a Santa Claus, que este año me he portado muy muy bien, bzzzzz.

Comentarios