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¡Hola, hola, caracolazzzz! Ya está aquí el miércoles... ¡y el frío! Brrrr, bzzzzz, se me congelan las alitas. Entre la lluvia de ayer y el frío, muchos de mis amigos se están cogiendo algún que otro resfriado, bzzzzz. Pero ¡yo no! ¿Sabéis por qué? Bueno, además de porque mi mamá me abriga y me envuelve como un burrito para no coger frío, es porque he conocido a ¡la Doctora Vitamina! ¡Bzzz! Sí, sí. Es una doctora que no hace daño, siempre anda por la cocina escondida entre verduras, legumbres y harinas. A veces se disfraza de vitamina A, vestida de blanco como la leche. Si toma forma de vitamina B, tendrá muchos números donde escoger. Hasta he aprendido el nombre propio de cada combinación, B1 – Tiamina, B2 – Riboflavina… Son nombres muy raros, pero en la comida las encuentras por todos lados, bzzzz. La Vitamina C, ya la conocía, para no estornudar me hago un zumo todos los días. Para la vitamina D, mejor darse un baño, ¡de sol, claro! Bzzzz. Después de recorrer todo el abecedario me he dado cuenta de lo importante que es comer variado y probar nuevos sabores, bzzzz. He descubierto muchas verduras nuevas y legumbres (bueno, flores de legumbres para mí, bzzzz) que me encantan.
Y para terminar este cuento tan interesante y precioso, he descubierto que incluye un juego ¡bzzzz! Así puedo practicar con las vitaminas que he aprendido y buscar los alimentos donde se encuentran.
Esta doctora ha sido posible gracias a Laura Richichi y Mamén Marcén (dándole forma y color irresistibles) y a Penguin Kids. Si tú también quieres conocerla, busca a “La doctora Vitamina” y no te arrepentirás.
Me voy a la cocina a conocer más verduras junto a la Doctora Vitamina, bzzzzz. ¡Abrigaos bien!
Hasta la prózzzzima semanaaaaa.
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