¡Bzzzzzuenos días! Ya estamos a mitad de semana y yo estoy muuuuy emocionado porque se acerca San Valentín, bzzzz. Sé que para muchos es un día más, pero a mí me chifla celebrar el amor, en todas sus formas. Yo, les traigo el néctar a la cama a mis papás para demostrarles cuánto les quiero y a mis amigos les doy un fueeeerrrrte abrazo, bzzzz. Pero... otros no tienen tanta suerte. Mi amiga Tortuga y mi amigo Erizo me contaron sus historias, bzzz, y me dio mucha pena.
Resulta que Tortuga hay veces que está triste y no hay nada como un abrazo para subirle el ánimo. Así que fue a preguntar a su amigo Tejón si le podía dar un abrazo, pero se excusó diciendo que tenía las manos pringosas. Lo mismo le pasó con Conejo y Rana, que también se negaron poniendo sendas excusas, bzzzz. Le preguntó a Búho por qué nadie quería abrazarla y le dijo que era porque su caparazón era muy duro, bzzzz, pero que ya encontraría a alguien a quien no le importara eso.
A Erizo le pasó algo parecido... Preguntó a Zorro y a Ardilla si podían, por favor, darle un abrazo, pero todos estaban muy atareados con sus quehaceres, bzzz. Preguntó a Búho por qué nadie le quería abrazar y así supo que era por sus púas tan puntiagudas, bzzzz, pero que ya encontraría a alguien a quien no le importara eso.
Me encanta esta historia porque tiene un final muuuuuy felizzzzz. Pero os dejo que lo descubráis por vosotros mismos en el cuento “El abrazo”, escrito por Eoin McLaughlin, ilustrado por Polly Dunbar y editado por Algar. Además, es un libro con dos portadas, lo que seguro encanta a los pequeños lectores.
Disfrutad y daos muuuuuchos abrazos, ¡bzzzz!
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