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Bzzzz, qué calorcito más bueno está haciendo ya. Apetece salir a pasear al sol y revolotear entre las flores y los árboles que dan sombra. A veces, hasta darse un chapuzón en una fuente en estas tardes calurosas. Mi prima lejana, la Mosca, andaba rondando un grifo cuando… ¡glup! un humano se la tragó ¡VIVA! Pobrecita mía, qué disgusto.
El problema es que el humano estaba molesto con mi prima en su barriga zumbando, picando y aleteando. Así que fue al doctor, a ver si daban con una solución. El doctor le recomendó que… ¡se tragara una araña viva! Y esta daría caza a la mosca. ¡Bzzz! ¡Funcionó! Pero la araña comenzó a tejer en su barriga y de nuevo el humano, molesto, ni comía, ni hablaba, ni dormía.
Consultó de nuevo al doctor. Necesitaba hallar solución a esta situación. Solo se le ocurrió que debía tragarse ¡un gorrión! Efectivamente, el gorrión cazó a la araña y dejó de tejer. Pero ahora… ahora el gorrión había hecho un nido y no paraba de piar en su barriga.
Miedo me da lo que se le puede ocurrir a este doctor para poner solución al problema del gorrión… Si queréis saber cómo acabó este señor que solo estaba echando un traguito de agua y se comió a mi pobre prima, tenéis que leer “Por una mosca de nada” de Gracia Iglesias, con unas ilustraciones divertidísimas de Ana Gómez. Lo ha editado Canica Books y seguro que los pequeños lectores acaban partidos de risa con las ocurrencias de este doctor.
Yo, por si acaso, me voy a mantener alejado de los grifos… bzzzzz.
¡Feliz semana!
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