Bombolón presenta: La ovejita que vino a cenar

 


Ver libro

Hoy os presento a mi amigo el lobo. Cada noche es siempre la misma historia: sopa de verduras. El pobre está harto y quiere una ovejita con la que preparar un buen estofado. Y justo ¡toc, toc! Llaman a la puerta… Es una ovejita, jiji.

El lobo la invita a cenar con tono burlón, bzzzzz. Pero resultaba que la ovejita estaba congelada de frío, brrrr. El lobo odiaba la comida fría, no podía comérsela así, y le encendió la chimenea para que se calentara.

De pronto, sonaron las tripas de la ovejita… bzzzz, el lobo no podía comerse a una ovejita que hacía ese ruido, ¡podría tener una indigestión! Y le dio una zanahoria… que le dio ¡hipo!

El lobo no podía comerse a una ovejita con hipo, se lo podía pegar a él también. No sabía cómo quitarle el hipo a la ovejita, así que la estuvo zarandeando un buen rato hasta que la apoyó en su hombro y le dio unas palmaditas en la espalda.

La ovejita se acurrucó entre sus brazos y pronto se quedó dormida. Lobo no sabía qué hacer, tenía una sensación extraña. Su cena nunca antes le había abrazado.

¿Qué creéis que hizo el lobo con la ovejita? ¿Encontrará la manera de cocinarla y cenársela? ¿Seguirá encontrando pegas para comérsela? Bzzzzz…

Yo la verdad es que ya le he cogido cariño a la ovejita… Así que voy a ver cómo acaba el cuento “La ovejita que vino a cenar” escrito por Steve Smallman e ilustrado por Joelle Dreidemy. Lo han publicado en español a través de Beascoa (Penguin Random House).

Espero que os guste esta historia de amistad tan… diferente y que cenéis una rica y calentita sopa de verduras.

Bzzzzz, ¡hasta la semana que viene!

Comentarios