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¡¡¡Bzzzzzuenísimos días!!! Hoy me he despertado contentísimo hasta que… he conocido a un pez bzzzz que se sentía muy triste. Este pececillo salió un día a pasear para animarse bzzzz pero el paseo no fue lo que se esperaba en un principio bzzzz...
Se encontró con otro pez que estaba tan triste como él bzzzzz, después a una medusa que estaba baja de ánimo bzzzz, a un lenguado afligido bzzzzz, a un rodaballo desanimado bzzzzz y así a más animales marinos que encontraba bzzzz. Todos ellos con los ánimos por el fondo del mar.
El pececito, extrañado bzzzz, preguntó a una tortuga que estaba con la cabeza del revés: ¿por qué están todos tan tristes en este mar? Bzzzz. Y la tortuga le respondió: ¡nadie está triste aquí! Eres tú, que estás del revés. ¡Ponte del derecho y verás! Bzzzzz.
Nuevamente vuelvo a estar contentísimo bzzzzz, ¡menos mal!
Este cuento bzzzz que inicialmente parecía triste, tiene un final muy potente bzzzz. Un final que nos permite trabajar la frustración y la tristeza bzzzz y nos invita a girar el cuento para enseñarnos que hay que mirar las cosas con otra perspectiva bzzzz y buscar el lado positivo de las cosas bzzzzz.
Está editado por Kókinos, y escrito por Anna Ludica y Chiara Vignocchi.
¿Y vosotros y vosotras? Bzzzz ¿De qué lado miráis las cosas? Bzzzz.
Me voy a nadar un ratito más bzzzz a ver si los animales marinos que hemos ido conociendo con el pececillo bzzzz ahora están más contentos.
¡Hasta el próximo miércoles bzzzzz!
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